
Estados de ánimo caóticos. Tranquilidad buscada con ansia. Quizá, por eso, la memoria vuelva a instantes en los que pareciera no transcurrir el tiempo, momentos pasados, nunca olvidados. Y me gusta pensar que los lugares dejan una huella, una impronta en cada un@ de nosotr@s que permanece siempre.
Eso es Granada para mí, un refugio al que acudir cuando la existencia se hace menos llevadera.
Granada, parasiempre.
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